Alimentos "para la dulce espera"

Una de las etapas más bellas por las que atraviesa la mujer  es la del embarazo; es un momento mágico en el que el milagro de la vida se hace patente mientras que todo alrededor adquiere una nueva dimensión; son dos corazones latiendo al mismo tiempo, dos almas cohabitando juntas hasta aquel momento definitivo en el que un nuevo ser humano reclama su lugar en el mundo a través de llantos y pucheros.

Llevar dentro una persona en versión miniatura no debe ser algo fácil; los cuidados a los que debe atenerse a una mujer en este periodo son muy especiales, y eso incluye los hábitos alimenticios. Aunque parezca mentira, hay mujeres que no saben que están embarazadas y se enteran hasta último momento que son portadoras de una nueva vida; el sitio de internet https://remediosparacurar.com/ da algunas pautas para detectar las señales del embarazo; si tú ya sabes que traes un bebé en camino los siguientes consejos te van a interesar, así que acomódate bien y empieza a leer.

Una mujer embarazada debería consumir unas 2500 calorías diarias, especialmente si se encuentra en las últimas etapas; el bebé crece y va a necesitar calorías y nutrientes para desarrollarse a plenitud. Si una mujer ha tenido problemas para mantener su peso estable antes del embarazo, puede hacer un plan nutricional con la ayuda de su médico. Ten en cuenta que lo que tú comes también lo comerá el bebé a través del cordón umbilical y por ende, si hay carencia de vitaminas o nutrientes el pequeño, al igual que tú, se va a resentir.

Una dieta equilibrada en este periodo debe incluir elementos de todos los grupos alimenticios: frutas, lácteos, vegetales, pescado, carne, huevos, grasas e hidratos de carbono. Estos alimentos te suministrarán la energía que requieres para sustentarte a ti misma y al bebé que llevas contigo. La mejor forma de distribuir el consumo de estas comidas es el siguiente:

  • Un 10% de las calorías que consumes deben venir de las proteínas. Éstas se encuentran principalmente en la carne, el pescado, los huevos, los productos lácteos y las legumbres.
  • Un 35% de las calorías las aportan las grasas (mantequillas, margarinas, aceite, frutos secos y productos lácteos).
  • Más de la mitad, el  55% de las calorías, deben ser aportadas por los hidratos de carbono; lo que es pan, el arroz, las patatas, el maíz y los cereales.

Ayudas a la formación del sistema nervioso del niño y previenes malformaciones en su columna vertebral si en el transcurso de los tres primeros meses de embarazo incluyes ácido fólico a tus comidas; este ácido lo encuentras en los alimentos con vitamina B o B9 (frutas, verduras verdes, lentejas, zumo de naranja y arroz). Es esencial para evitar la formación de labio leporino o paladar abierto.

Al necesitar mayor cantidad de sangre para transportar nutrientes al bebé por medio de la placenta es importante que incluyas alimentos ricos en hierro; tus comidas diarias pueden incluir espinacas, fresas, pan integral, carnes y brécol, entre otros alimentos ricos en este componente. Algunos expertos recomiendan los suplementos de hierro, sobre todo después de la vigésima semana de embarazo, si la mujer ha tenido un a alimentación deficiente, lo malo con estos suplementos es que pueden ocasionar estreñimiento.

Minerales como zinc y calcio ayudan al desarrollo del embrión; puedes obtenerlos llevando a cabo una dieta variada. El zinc mejora la actividad cerebral y favorece la síntesis de proteínas en el organismo. El sitio para mamás https://www.planetamama.com.ar/ recomienda consumir 3 raciones de alimentos derivados de los lácteos; puedes elegir entre yogurt, los quesos y la leche cultivada.

Generalmente una mujer sube 10 kilos en el proceso de gestación. A pesar de que vas a experimentar distintos antojos no significa que tengas que comer el doble de como lo hacías antes del embarazo; de hecho los antojos, más que un capricho, son la señal de que algo le está faltando a tu organismo, por lo que es necesario que revises tus hábitos alimenticios; si sientes ganas de comer cosas tan extrañas como piedras es porque hay un déficit de calcio o hierro; si sientes ganas locas de fresas con crema tal vez se deba a que no has consumido suficiente potasio, calcio o vitamina C.